martes, 26 de agosto de 2014

LA BAJADA DE ÒGÚN A LA TIERRA




Cuando el hierro se desarrollo como elemento para crear herramientas,  la forja de los metales era considerado un arte sagrado, en especial el del oro. Este, era un Arte solo compartido a aquellos de buen comportamiento. Ògún deidad, señor de los misterios del monte y del hierro, conocedor de todas las  tecnologías, brujo y  cazador solitario; vagabundo del monte, señor de todas las cárceles, las llaves y las cadenas, de los instrumentos quirúrgicos. A través de este es posible alimentar a todos los Orisas, exceptuando a Nana buruku, Dice IFÁ en Obara ose que este Orisa debe alimentarse con cuchillo de palo de caña brava, debido a la guerra que esta emprendió, contra Ògún. NANA BURUKU, no se alimenta de la sangre (Eyegbale) de los animales, sino de su (Emí) espíritu, por ello sus animales mueren asfixiados. Cuenta el patakie que Ògún importunaba la paz en el monte cazando todos los animales que podía para calmar su sed de
eyegbale, entonces las aves huyeron despavoridas y los animales que pastaban a lo largo y ancho también desaparecieron. Ògún vio un Agbani (venadito) que por el zumbido de las abejas, no se había percatado de la presencia de Ògún y éste blandiendo su machete, quiso atraparlo para saciarse. Entonces Naná, que todo lo veía, se posesionó de su cuerpo animal (El majá) y de un brinco se presentó ante los ojos del bravo guerrero, quien asombrado, se retiró ante semejante aparición. El venadito, agradecido, le dijo: "Naná, madre de agua, desde ahora me ofreceré en sacrificio de agradecimiento por el bien que me has hecho y en representación de toda la vasta familia de los venados, pero te pido un favor: no manches tus manos con mi sangre. Haz un cuchillo de bambú, muy afilado, que siempre utilizarás al sacrificarnos, para así no tener que guardar ni el recuerdo de Ògún.


En el Oddun de Ifá Ògùnda Méjì, viene a la tierra la deidad Ògún, divinidad del hierro y el Òrìchà más antiguo,  que encarna la fortaleza y el trabajo físico. Símbolo de la fuerza primitiva, y de la energía terrestre, gobernador de todo lo mineral. Fue encargado por Olódùnmàrè (Dios) cuando Este, quiso mandar a alguna de las divinidades a formar la dividinosfera (la tierra) para que esta, fuera el nuevo hábitat de las  creaciones. El todo poderoso (Olódùnmàrè) le ofreció 200 mujeres y 200 hombres, para que le acompañaron en la segunda misión en el intento de poblar la tierra. Sin embargo, antes de bajar a tratar de cumplir su misión, fue a consultar el oráculo (Osode) y en la adivinación, Ifá le recomendó realizar ebbo con alimentos y agua entre otras cosas, para que así, pudiera llevar a cabo su cometido. No obstante y como es natural en Ògún, éste se negó a realizar ebbo, porque se consideraba una deidad fuerte y capaz de lograr todos sus objetivos sin ninguna ayuda y sin tener la necesidad de recurrir a realización del sacrificio para ello. Así, reunió a sus seguidores y partió para la tierra (Aiyé) con la finalidad de cumplir con su propósito. Fue cuando llego a la tierra, que se comprendió las consecuencias de no haber hecho los preparativos adecuados, Ògún no tuvo en cuenta las provisiones que necesitaría su ejercito  durante la misión, ni de las condiciones en las que se encontraría la tierra. Al llegar allí, tampoco tuvo idea de como alimentarles, solo les aconsejo que bebieran agua cuando tuviesen hambre; como el agua no podía alimentarles con efectividad, comenzaron a morir de hambre. Entonces Ògún, solo pudo aconsejarles que cortaran palos del bosque que les rodeaba y se alimentaran con estos. El procedimiento de alimentarse con palos no les dio satisfacción y muy pronto el grupo de sus seguidores empezó a diezmar; temeroso de perder a todos sus seguidores moribundos por el hambre, Ògún decidió regresar al cielo para reportar la imposible misión a  Olódùnmàrè.
 


Cuando decimos Ògún, hablamos de problemas, de las guerras y los conflictos de las cuales son parte todas las religiones. El conflicto está ahí, vive entre nosotros, no vive de ninguna forma aislado, vive tanto en las grandes naciones, como en las peleas callejeras, en todos estos casos interviene Ògún. Siendo un poco más profundos, podremos decir que la deidad Ògún interviene en los conflictos que se generan en el mundo, en todos los casos. Permitimos que afloren en nosotros los instintos violentos de Ògún, la divinidad de la guerra, cuando perdemos la razón, guiados por el impulso nos alteramos y ofendemos o respondemos de forma violenta a las ofensas; en todas estas situaciones se encuentra la deidad de Ògún manifiesta. Ògún es la fuerza que impulsa al creyente y es liberador de sus enemigos, es guerrero incansable; nunca duerme, siempre permanece alerta de aquellos que custodia, es dueño de los conflictos de asuntos judiciales junto con Oshosi, por ser este el dueño de las cárceles. Es Ogun la deidad que invocamos cuando tenemos que entrar en guerra, cuando tenemos disputas con enemigos (arayes). Una de las primeras dedidades que bajo a poblar la tierra junto con Olokun. 


ALÁÀFIA SE A NI  en este día y en esta noche


Ifaseye Omó Obatalá Baba Ejiogbé R.M.L.